jueves, 8 de diciembre de 2016

MI PRIMER MÁDELMAN

Corrían los años setenta, No recuerdo bien, pero debía tener yo seis años y llevaba tiempo fijándome en unos anuncios televisivos en los cuales aparecían unos muñecos que...¡se movían solos!. Yo en el fondo sabía que no podía ser, pero quería tener un Mádelman. Debí ponerme muy pesado por que en una de las visitas a mis abuelos , acudimos al Corte Inglés de Goya en Madrid. 


Allí estaban, en la planta de juguetes, un montón de cajas y un diorama precioso al que mi madre llamó maqueta...y yo no sabía dónde mirar. 
Mi madre, suspicaz, preguntó a la dependienta..., ¿pero 
estos muñecos, se mueven solos de verdad?. 









La chica, ataviada con el uniforme de dependienta, enmascaró tras su mano una sonrisa a esta pregunta que ya se le debía antojar repetitiva en años. Nos explicó que se movían, pero no solos, eran superarticulados...y muy bonitos. 





No sabía si decidirme por el hombre rana, el cazador safari, el tropa de choque ( ¿qué era eso de choque?, me preguntaba...). Finalmente me llevé el que le gustó a mi madre, un precioso policía montada del Canadá. la siguiente pregunta fue ¿dónde está Canadá?.


Y aquí está, con un uniforme medianamente conservado y todos sus accesorios incluído el difícil sombrero flocado, un milagro tenerlo entero pues era de lo primero que se rompía dada su fina base plástica, pero todo un acierto estético.
Hueca por debajo
En  la parte superior se aprecian tres pivotes
para facilitar el anclaje de las botas con orificio.
 Igualmente se aprecia el precioso logotipo de la marca















Lo presento con una peana de las que no se vendían en las tiendas al público, eran solo distribuídas a los establecimientos de venta con fines estéticos. Toda una pieza muy buscada por los aficionados y que hoy día, ha podido ser reinyectada gracias al buen hacer de un gran coleccionista, Aparte de la base de hielo del superequipo esquimal, parece ser que hubo al menos tres tipos de peanas diferentes. esta en marrón a la que se le podían dar toques verdes para simular hierba y tierra, una más alargada para los submarinistas y se especula con que la que aparecía el astronauta 2001, bien pudiera ser tomada de otro juguete de temática espacial.
































He de reconocer que no me dió
 mucho juego hasta que lo nombré comandante de mis tropas cuando fueron llegando soldados de camuflaje y el policía militar...hoy día le tengo un especial cariño

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